BREVES MEMÓRIAS DE UN GENERAL DE BRIGADA DE LA GUARDIA CIVIL
(1867-1955)
El Excmo. Sr. Don Luciano Sanz y Sanz nació en Binaced, provincia de Huesca en el año 1867, hijo de una familia numerosa, sus padres agricultores y comerciantes al mismo tiempo, le inculcaron el amor al trabajo y a la naturaleza.
Le quisieron dar la carrera de leyes, él quiso ser militar, e ingresó en la Academia General Militar con muy buenas notas, cuyos méritos la *Reina Regente Dña. Maria Cristina le concedió el empleo de Alferez de Artilleria en el año de 1887.
En el año 1889 la misma Reina le concedio el titulo de Alferia de Infanteria. Al formarse el Cuerpo de la Guardia Civil *Dña. Maria Cristina Reina aún Regente, le convalido todos los servicios que habia prestado y con la misma antiguedad en el nuevo Cuerpo.
Siguiendo por el turno de escalafón, pués su vida se entregó de lleno a su carrera, llegó al grado de General de Brigada concedido por *Don Alfonso XIII el 29 de Agosto de 1929.
Sus virtudes castrenses unidas a su vida ejemplar, hizo que se grajeara el cariño de todos los que le conocieron, encontrandose siempre entre peligros, no tenia miedo de nada, confiaba en que siempre Diós le ayudaria, se encontró en la transformación de una España desangrada por las guerras Carlistas, Cuba, Filipinas, etc. los motines en Cataluña, los Roderos en Cuenca, a cuya ciudad fué la primera que destinaron, más tarde tuvo que lucha en León con el caciquismo, después la semana trágica de Barcelona, huelgas revolucionarias en diferentes poblaciones, él con su táctica sabia hermanar los derechos y deberes de los contendientes.
En Camarasa le costó un poco, pero evito que hubiera derramamiento de sangre y en Tarragona la población agradecida le regaló un banderin para el Tercio de la Guardia Civil, cuyo regalo lo hizo personalmente Don Alfonso XIII. Para sus subordinados fué un verdadero padre.
Destinado a Balaguer y enamorado de la virtudes de dicha población, quiso formar su familia casandose con Dña. Pilar Solé Fargues, que fué una colaboradora de sus ilusiones, en el pueblecito de La Rápita, lo transformó, él lucho para que tuvieran los medios para poder vivir bien, por su iniciativa se pusieron las aguas potables, la luz eléctrica, escuelas etc. se interesó que el alcaldes fuera a Madrid para ofrecerse al Caudillo, el cual adoptó al pueblo. Sus aficiones al campo y a la ganaderia después de haber pasado a la reserva, las fué cultivando, sobre todo la agricultura, cuyos escritos mandaba a Mundo Agricola.
Casi a los 90 años, en 1955, entregó su alma al Señor, D.e.p
Nota: * Los ascensos promulgados tanto por Dña. Maria Cristina como por Don Alfonso XIII eran comunes a todos los oficiales de los ejercitos y cuerpos de seguridad de España y no los entregaban ellos mismos sino que iban en forma de titulos o diplomas firmados por los reyes como sucede aún hoy en dia y los entregaba el jefe superior de cada unidad.


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